Plus Ultra – Quiero Trabajar
En esta ocasión, queríamos ofreceros una carta al sector, 100% verídica, de las dificultades que supone dedicarse a la comunicación. Una profesión preciosa, a la que las condiciones laborales han enfangado hasta puntos esperpénticos. Una situación en la que queremos trabajar, pero nos es inviable.
Hola, me llamo Romina Morales y llevo 6 años en sector de la comunicación.
Me costeé la carrera de periodismo, además de un máster en comunicación de organizaciones, yo sola. Sin familia, sin red de seguridad, sin apoyos, nada… Trabajo duro, becas ligadas al rendimiento y la suerte de que aparecieron las oportunidades adecuadas (eso es emprendimiento😉 ). Impensable fallar, sin margen de error no cabía la situación de suspender o dejar asignaturas, siquiera, para septiembre. Existía una única situación tácita: Lograrlo a base de reinventar el listón.
La vida no es fácil para nadie, menos cuando tienes que trabajar para pagarte un techo, comer, vestirte (esas “manías” que implican sobrevivir), amén de invertir en formación para labrarte un futuro mejor. Recuerdo volver a la una de la mañana a casa, reventada de la jornada laboral, para ponerme a estudiar lo que tocara. Lo hacía con una sonrisa de oreja a oreja, no podía estar más feliz, porque en aquel momento convergía el esfuerzo, “la matada a pico y pala” para crecer en lo que le da sentido a una parte muy importante de mí: la comunicación.
El frío de mi primer invierno en Madrid, el miedo al hambre cuando se acercaba el final de la semana o el vértigo de mirar la cuenta contando los céntimos; todo merecía la pena con creces por hacer comunicación. Como una premisa ecléctica con inefable valor en sí misma. No romanticemos la precariedad. Nadie debería vivir esa mierda de trabajos aciagos, mobbing e incertidumbre. Nadie debería sobrevivir en el siglo XXI. Sin embargo, no me arrepiento ni un poco. El valor merecía el alto costo a pagar.
Formada, con experiencia de becaria, colaboradora, empleada a veces, otras como freelance… Tengo la inmensa suerte de haber vivido de esto durante 6 años en los que siento que he crecido como nunca hubiese imaginado (y lo que me queda por hacerlo). Con los mismos valores de esfuerzo constante. Para mí esto es una forma de vida, lo amo, me apasiona.
El mercado laboral
Aun así, frustra la situación del mercado laboral. Empleos de “becarios” de 40 horas semanales por 400€ en donde (sandeces grandilocuentes aparte) se sabe que se trata de puestos laborales ordinarios. Ofertas que en realidad no existen, cuyo único cometido es hacer promoción de la marca. Esquemas ponzi disfrazados de emprendimiento.
Señores y señoras, lo dejaré muy claro: “¡QUIERO TRABAJAR, DÉJENME TRABAJAR!”. Aunque no puedo venir a la oficina sin mantener los procesos homeostáticos, necesito ATP, hay que comer. Con franqueza:
📢 No te voy a escribir lírica shakesperiana en inglés (aunque lo entienda y me haga entender), eso sí, te costará encontrar a alguien tan buena en castellano.
📊 Ni me vendo como la megaexperta ‘wachufleiba’ del nuevo término marketiniano de moda en inglés, para referirse a una actividad de toda la vida en comunicación. Prefiero que mi trabajo, mi porfolio, hable por mí. Decir las cosas claras, sin perder el tiempo en onanismos. Porque se puede ser rigurosa al tiempo que cercana.
📕 Te puedo hablar desde criptomonedas, pasando por política, videojuegos, semiótica, boxeo, las últimas GPU´s o la importancia del ancóneo en la extensión del antebrazo… Curiosa hasta el culmen, me gusta aprender de todo e interconectarlo. De ahí que me haya dedicado desde producción de contenidos a edición, estrategia, marketing, social media, diseño, fotografía… Para mí conforma un ente holístico, solo en 360º se puede observar la comunicación.
💼 Por eso me lo paso como una enana trabajando, así de simple. Un fuego que mantiene la turbina en ebullición. No puedo evitar ser proactiva, querer sentirme orgullosa de lo que hago, disfrutando de dejarme el alma en cada pieza.
🔍 No me considero perfecta, obvio que no. De hecho, me postulo como mi peor crítica buscando resquicios donde exprimir mejor jugo. Si bien, honestamente: Hago un excelente trabajo porque me cercioro con creces de que sea singular, con valor añadido. Si he nacido para algo es para el sector.
💪🏼 Disfruto trabajando en equipo, creciendo, aprendido del resto. Generando buen ambiente, integrándome en la filosofía de la empresa; soy de las que buscan soluciones antes que culpables y la primera cuando se trata de arrimar el hombro.
🔁 Sí, habrá gente con mayor experiencia, mejor inglés, más altos, más guapas… pero, desde toda mi honradez, no conozco persona con la amalgama de características que puedo ofrecer. Nadie se ha arrepentido de contratarme, jamás. Pon una Romina Morales en tu negocio, te aseguro que no te arrepentirás.
¡Buen día!
Imagen de portada: Markus Spiske