Consejos para futuros periodistas y creadores de contenido
“Hay que estar loca para meterse en semejante percal”, te dirán con esas palabras u otras parecidas cuando le dices a alguien que tu pasión es dedicarte al periodismo. Aunque los consejos a futuros periodistas deberían ser otros. La crisis que vive la profesión (la comentamos en 10 claves aquí) no es otra cosa que una oportunidad para hacer borrón y cuenta nueva.
Para enterrar caducos cánones, aflorando tendencias sanas que sienten las bases de una profesión rentable y digna, a la par que honesta y de calidad. Ambos conceptos van de la mano. Hoy el reto del periodismo es hacer buen contenido, moviéndolo de manera óptima.
Esta pieza te enseñará a invertir mejor tus recursos para conseguir cuidar el binomio forma/contenido. Una mitad en torno a los medios materiales, la otra respecto a las aptitudes. Porque lo fundamental no cuesta dinero.
La base neurálgica de todo
De entre todos los consejos para periodistas uno de suma importancia es el de la escalabilidad. Invertir en recursos base acumulables desde los que seguir creciendo en un futuro.
En este sentido es esencial una mesa amplia desde la que trabajar con muchos “cacharros” a la vez. Puede resultar algo baladí al principio, pero con el tiempo se agradece tener un espacio abundante para tenerlo todo a mano. (Precio: Desde los 20€)
Un asiento adecuado. Puesto que se va a pasar muchas horas en ella, es recomendable en términos de salud contar con un soporte decente. Recuerda: Siempre espalda recta, pies en el suelo, teclado a la altura del abdomen superior, con la pantalla perpendicular a la vista.
Por norma general, huye de las “sillas gamer”; ya que muchas marcas se han subido al carro con diseños que, a parte de un look estrafalario, poco bueno le harán a tu espalda. Es preferible buscar opciones “ergonómicas” que te aseguren una buena postura. (Precio: a partir de 80€)
Del mismo modo que una habitación bien aclimatada con luz natural, relativo silencio y buena ventilación ayudarán a comenzar a construir un espacio de producción idóneo.
El Setup: ¿PC de sobremesa o portátil?
La herramienta elemental para todo. Elegir de manera impecable este aspecto significará la diferencia en cuanto a la cantidad de tareas que se pueden desempeñar. Cada persona tendrá sus necesidades, si bien, en líneas generales se pueden dar una serie de consejos para futuros periodistas en función del presupuesto y las costumbres de uso.
– Primero piensa si es tan necesario moverte, o te puedes permitir tener el equipo fijo en un único lugar. En cuestión económica puedes sacar mayor rendimiento a tener un sobremesa que ir renovando poco a poco, al contrario de un portátil en donde el margen de actualización es limitado.
– Desechar los procesadores de bajo consumo. Con un rendimiento limitado que, a menos que la duración de batería sea un aspecto de primera necesidad, generan más problemas que beneficios.
– Siempre SSD o “unidad de estado sólido” como memoria principal. Aunque por encima del coste de su homólogo, el HDD, la velocidad superior compensa con creces. Es lo que hará que el ordenador tarde menos en arrancar, que funcione con fluidez. Siempre puedes combinarlos, si necesitas mucha memoria interna, mediante un SSD (para el sistema operativo, programas y elementos clave) + HDD (para archivos pesados que de uso anecdótico; un “trastero”, vaya)
– 8GB de ram (que sean DDR4) de base si lo que se pretende es un uso de ofimática, navegación… 16GB a poco que existan requerimientos de edición y 32-64GB para funciones pesadas.
– En cuanto al resto de accesorios: pantalla, teclado y ratón cada una tiene sus preferencias. Lo común, dentro de los consejos para periodistas, es un mínimo de 1080 de resolución en pantallas, teclado mecánico y ratón ligero. Sin que otras configuraciones sean igual de factibles.
Actitud periodística para pisar firme
El siguiente punto es enfoque con el que encarar la profesión. Porque, tal y como existe un “estilo periodístico” al escribir, también está la “actitud periodística”. Una forma de ser intrínseca, transversal incluso, a los colegas de disciplina; que al igual que cualquier hábito se puede potenciar. ¿En qué consiste?
Lo primero es la inquietud. Esa tendencia a la insatisfacción sana, la de saber que siempre se puede exprimir la naranja otra vuelta, que el tintero aún se guarda ápices de color. Algo puede ser genial, pese a que siempre se puede medrar.
La curiosidad innata sería otro punto que espolear en los consejos para periodistas. Mantener una ebullición constante de saberes, conocimientos y profundizaciones en todo lo que pase por delante. Recuperar la fase pueril de ‘Por qué’ extrapolándola al mundo profesional.
Sin duda, la medida para evitar ser una mera ejecutora, para pasar a ser una actriz pensante del gremio. Repercute tanto para saber dónde se está (las consecuencias de la labor), igual que para generar piezas enriquecidas con una gama vasta de temas.
Atesoradas las dos últimas, la pasión e insistencia vienen de la mano cuando se disfruta del camino, que no solo de los finales. Una fuerza bruta a la que dar forma singular ofreciendo valor adicional a los lectores con obras que de verdad aporten perspectivas diferentes.
Así, la polivalencia, la capacidad holística de saber mezclar sabores modales con materias dispares, es lo que termina de coronar un estilo profesional loable.
Micrófono, un olvidado indispensable
Cuando se comienza, extraño es contar con medios técnicos sobresalientes. Los inicios suelen ser limitados, lo que se traduce en optimizar, en elegir la apuesta.
Luego, otro de los consejos para periodistas es priorizar el audio en las piezas audiovisuales. ¿Una contradicción viviendo en el “mundo de la imagen”? Visto desde fuera, sí. No obstante, cuando se trabaja desde dentro se cumple una premisa categótica:
Un espectador se quedará, a pesar de que la imagen no tenga la mejor resolución del mundo, si puede entender con claridad el contenido. Mientras que raramente ocurrirá lo contrario; quedarse cuando le cuesta entender el mensaje, incluso con la imagen tan nítida como unas gafas recién limpias.
Por eso, es conveniente invertir en un buen micrófono fijo a la par que trasladable. De trípode, por ejemplo. Permitiendo montar un pequeño “plató-cabina” en casi cualquier lugar, con una calidad aceptable y nítida. (Precio: A partir de 60€)
Déjate de cursos ‘engañabobos’
Fliparse es como un horno. Te sirve para hacer una maravilla de pasteles, ahora, si te pasas, acabas comiendo algo que sabe a tu abuela muerta en un tarro. Ergo, hay que entusiasmarse con red de seguridad, la de la razón.
Es cierto que el mundo de la comunicación cambia a pasos agigantados, que formarse nunca es desdeñable y que cohabitan una cantidad inmensa de campos en ella. Sin embargo, no todo vale. Abundan demasiados vende “habichuelas mágicas” con un enorme discurso que no dicen nada, a base de inventarse términos en inglés, dar rodeos tal que un F1 o coaching barato. De esos conviene huir.
La formación de verdad tiene datos, empirismo, una teoría que lo respalda detrás, es simple y elegante. Ante la duda: “sentido arácnido”. A las buenas y malas intenciones se las “huele venir”. Las primeras no te necesitan, ni te vienen a convencer. Mientras que las segundas lo anhelan desesperadas.
Aprender sobre las tripas de redacción/edicion SEO, el funcionamiento interno de cada red social, así como la estructura de los CMS (el sistema de gestión de contenidos de las páginas web: WordPress, Joomla, Drupal…) es suficiente para entablar unos cimientos sólidos desde los que crecer. Eso junto a que tu proyecto venga en forma de “.com”, “.es”, “.org”…, en vez de la coletilla Blogger o similar, harán que se te tome en serio.
Adobe Creative o sus eufemismos
La mujer orquesta es una metáfora análoga al periodismo contemporáneo. Desde “la pre”, a la producción o la “pospo” el camino cada vez se angosta con el tiempo. Una única profesional suele ser la cocinera exclusiva de su pieza en provecho y detrimento.
De modo que, ser periodista significa saber editar texto, audio, video y, de forma preferente, imagen y gráficos vectoriales. Esta suerte, vista desde su punto constructivo, implica independencia a la hora de generar obras. Con muy pocas exigencias hoy se pueden conseguir resultados interesantes.
Al tiempo que carga con una inédita responsabilidad que, cuanto antes se asuma, preferibles resultados otorgará. Otro de los consejos para periodistas, pues, es aprender a manejarse con una familia de programas creativos que hagan el flujo de trabajo orgánico.
¿Qué por qué Adobe? Por pura costumbre y porque su filosofía de funcionamiento se complementa entre sí. Lo que se aprende con uno se extrapola a otros programas de la misma marca, incluso funcionando de manera simultánea. Si bien, coexisten otras opciones tan válidas en el panorama, cada una elige con lo que se sienta cómoda. O con lo que toque operar.
Asociarse con vecinos disciplinares
Conoce a la gente que vive en la acera de enfrente. De entre los consejos a periodistas, el ser sociable; aportar a los proyectos de otros y conseguir la colaboración de terceros en los propios, es el sistema hidráulico de una casa. No siempre se lo tiene en cuenta, pero es el responsable de que todo fluya entre las bambalinas.
Aporta variedad, diversidad de estilos expresivos, frescura, apertura de miras… Incluso hacia temáticas o maneras de hacer las cosas que ni siquiera se concebían en un principio. Es una maravilla la permeabilidad que pueden ofrecer disciplinas afines: El diseño, la fotografía, ilustración, música, audiovisuales, publicidad…
O hasta otras tan diferentes, tipo: arquitectura, biología o informática. Cualquier intercambio es nutritivo, permite adaptar los discursos de campos ajenos al frame propio, cogiendo recortes para trasladar realidades a menudo desconocidas.
Lo que está claro es que ningún campo comunicativo está completo funcionando al margen del resto del mundo. Cuanto más variados y fuertes sean los nexos, mejor podrá funcionar el nodo central. Cada contacto otorga unas posibilidades, herramientas sumadas a la caja. A mayor número de historias e instrumentos, edificaciones superiores.
Asimismo, en el sentido de construir una agenda de contactos. Una periodista vale lo que su agenda. A las personas que puede llegar a movilizar, temáticas cubiertas, información profunda y facilidades implícitas que genera. Una labor previa que ayuda a no comenzar de 0 en según qué situaciones. Llamadas que ahorran días de producción, que emplear en nutrir la pieza por otras fuentes. El terreno ganado marca la diferencia.
Los aparejos para ir bien pertrechada
Hablando de utensilios, otro dúo del que raras veces se habla, pero que generan una riqueza considerable, es la: cámara + trípode. ¿Por qué? Simple, con estas dos, añadido a lo anterior, se reúnen todos los elementos para construir una pieza al completo. Sin dependencias de nada o nadie. El siguiente de los consejos para periodistas, pues, es invertir en un equipo audiovisual decente.
Una cámara réflex con la que poder documentar las piezas con medios propios. Únicos, funcionando como valor añadido. Basta con una gama de entrada: una Nikon D3100 o Canon 1100D (por poner un par de ejemplos).
De objetivo polivalente tipo “kit” (se suelen incluir con las propias cámaras) que van desde el 18-55mm, el cual permitirá solventar la mayoría de las situaciones con eficacia. En adición de un trípode ligero de transportar para poder grabar con comodidad en cualquier lugar (costo aproximado: 300€ en total)
A posteriori, según las necesidades, puede ser interesante hacerse con otro tipo de accesorios. Por ejemplo: un objetivo fijo de calidad superior, de 35 o 50mm los habituales para entrevistas. O quizás teleobjetivos (180 o 200mm) si se opta por actuar desde la distancia.
Otro complemento recomendable en estos consejos para periodistas es el de una Tablet. De entre 8-10 pulgadas es la medida perfecta entre versatilidad y amplitud. Una “navaja suiza” con el que ser productiva en los viajes, eventos, tomar notas, o para subsanar tareas menores, junto a un pequeño ratón y teclado. (Precio aproximado: 200€ en total).
Recursos web, materias primas preciadas
“Todo está en internet”. Una cansina frase oída hasta la saciedad. Sin embargo, razón no le falta. Los recursos en internet son como los restaurantes en cualquier ciudad turística. Están “a porrón” y, si te vayas a los primeros que ves, lo acabas pagando caro. Saber dónde buscar es la clave.
En estos consejos para periodistas se recomienda desechar la vaga búsqueda en Google e ir a lo local, a aquellos creadores de contenido con licencia CC (Creative Commons). O lo que es lo mismo: personas que dejan usar sus obras de forma altruista a cambio de mencionar su autoría.
Cabe destacar que existen 6 tipos de licencias CC según los requisitos concretos que pida el autor. Si bien, todas son muy sencillas de entender para saber a lo que atenerse.
La marca personal comienza, y acaba, desde la honestidad. Robar, plagiar, engañar… huelga decir que no son buenos consejos para periodistas. Pide permiso, habla con otros, negocia, págalo, ahora, jamás se tiene que recurrir a las malas prácticas. Con la cantidad de recursos fotográficos, vectoriales, de ilustración, de apoyo audiovisual, etc. de calidad que se encuentran al alcance de cualquiera, no hay necesidad.
Eso sí, siempre da crédito a los contenidos ajenos, menciona o recomienda. Ser agradecida, constructiva con las personas con las que te relaciones, reporta premio. El siglo XXI ha supuesto una revolución tecnológica sin precedentes para la profesión. Ya sea para tener una copia de seguridad de tu trabajo, contar con programas competitivos o actualizar tus “colas”, dale buen uso.
No te cierres, la comunicación es amplísima
El alma mather siempre llama. Las bases tienden a volver al lugar de donde se parte, pigmentando todo lo que se hace con el cariz de la rúbrica personal. Los elementos identitarios son algo maravilloso, ahora bien, el último de los consejos para periodistas es no dejarse cegar por sus mieles. Es obligatorio salir a expandir el círculo de influencia.
Un tanto relacionado con lo de alimentar el perfil social, del mismo modo se debe nutrir el profesional con:
– Conocimientos de HTML, CCS, JavaScrip (Js) y SQL. Las 3 primeras en cuanto al funcionamiento web, la última para administrar bases de datos en servidores. Un dominio elemental ayuda de sobremanera a solucionar problemas y ser autosuficiente a la hora construir cualquier proyecto digital.
– Diseño + ilustración + fotografía. Opcional, aunque altamente recomendables por las razones que se comentaban antes. Otorgan un plus de independencia y singularidad a las obras. Nadie como una misma sabe qué quiere para ilustrar sus propios productos.
– Entrando en términos de edición, lo mismo ocurre con la producción musical o artística. Confiere a las obras de un valor adicional diferenciador. Innovar es el soporte del triunfo.
– Fundamental cuidar el contenido, de igual manera que fijar el foco en cómo venderlo. La analítica, la estrategia, afinar la táctica a la hora de llevarlo a la práctica y monitorizar los resultados 24/7 es indiscutible.
– Producción + RRPP. Por mucho control multidisciplinar, al final siempre se termina necesitando del resto. Para organizar eventos, colaboraciones, entrevistas, recursos… Así, saber conseguirlo de la mejor manera es otro de los puntos crucial de los consejos para periodistas. Consistente en entrenar la visión holística de las metas y múltiples formas de llegar a ellas.
Imagen de portada: Jack Carter
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