La fetichización burguesa de la mercancía – Semiótica en 1 min

Vamos con un poquito de semiótica, que es viernes y el cuerpo pide cancaneo. Hoy, un concepto clásico de la semiótica de la cultura: La fetichización burguesa de la mercancía en el frame de la representación y su generación de re-presentación de la realidad como producto en sí mismo. Necesidad de una nueva tecnología “avelada” (sin ilusión aberrante) para competir con la producción capitalista.

Este concepto parte de la crítica marxista a la mercancía y su fetichización. Combinada con una reflexión sobre la representación en el marco de la producción cultural y mediática.

Fetichización burguesa de la mercancía

Según Marx, la mercancía en el capitalismo no solo tiene un valor de uso (lo que realmente hace), sino que se presenta con un valor autónomo que esconde las relaciones sociales detrás de su producción.

La “fetichización burguesa” implica que la sociedad capitalista convierte la mercancía en un objeto de deseo separado de su proceso de producción. Como si tuviera un valor intrínseco y no derivado del trabajo.

El frame de la representación y la re-presentación de la realidad como producto

En términos visuales y mediáticos, el “frame” (el espacio representativo de la experiencia) es la forma en la que la realidad se transmuta en imágenes, discursos y narrativas.

La “re-presentación” establece que la realidad no se muestra tal cual es, sino que es transformada en un producto en sí mismo. Diseñado para el consumo. Esto implica que los medios (actores con capacidad demiúrgica) no solo representan la realidad, sino que la reconstruyen bajo lógicas de mercado. Generando una “segunda realidad” comercializada, consumista (que no de consumo).

Necesidad de una nueva tecnología “avelada”

La premisa radica en que la producción cultural necesita de una tecnología alternativa que evite la “ilusión aberrante”. El engaño o distorsión capitalista de la realidad.

“Avelada”, transmitiendo sin tapujos lo que está oculto. Suprimiendo consigo las distorsiones ideológicas impuestas por los designios de mercado. Una estrategia para competir con la producción capitalista. Ofreciendo una representación de la realidad no mediada por la mercancía y el consumo, sino por su valor intrínseco como bien cultural en sí mismo.

En resumen, el concepto describe cómo la sociedad capitalista convierte la realidad en un producto mediante la representación mediática; planteando la necesidad de una tecnología alternativa que no reproduzca esa ilusión, sino que la desmonte.

Llamar a las cosas por nombre, quitarnos la gilipollez esperpéntica, sin valor constructivo. Res est rest (una cosa es una cosa) y no siempre: quod rei dicitur (lo que se dice de ella).

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