.tudhz. [‘tudierz’] – Aunando diseño y música

Nos encanta realizar ejercicios de autora singulares. De ahí esta fusión entre diseño y música. Porque, al final, es algo inherente. Un secreto a veces obviado en el que no se repara. Los diseños memorables tienen musicalidad. Hemos venido, pues, a rescatar tan tremendo concepto para construir algo con él.

Siempre que podemos exponemos una de nuestras premisas básicas: “Si nos das tu tiempo, debemos darte algo que merezca la pena a cambio”. Por ello, la vorágine de ebulliciones siempre está al fuego. Tanto, que en ocasiones tenemos la belleza delante de la punta de la nariz y no la enfocamos.

Diseñamos con música, trabajamos con ritmos, repeticiones, mensajes y arte sonoro. ¿Por qué, entonces, no hay tantas obras que relaciones diseño y música? Desde esta posición distanciada creamos un concepto que se disfruta no solo con los ojos, sino con los oídos. No en una única melodía, sino en un compendio de ellas retroalimentadas, conformando una playlist, una historia. Un sentimiento. Un texto en sí mismo que puedes escuchar tú misma.

Su construcción es sencilla (buscando, a su vez, la elegancia). Dos puntos simétricos donde encajarse. Letras de un remarcado equilibrio entre contundencia y sutilidad. Colores planos contrastados, en donde el negro y blanco oficiales dejan paso, entre sí, a cualquier gama creativa de opciones. Culminado con un mensaje directo; Hercios (las ondas de sonido) de mí para ti. “tú” “de” “hz” (hercios): “.tudhz.”

La inexistencia de mayúsculas, una distancia lacónica mínima para serlo y su posición preponderante central terminan de construir un concepto que buscar servir como la representación de una productora, una discográfica, que realmente ensambla diseño y música al mismo nivel.

La serie al completo clicando aquí

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